Cuando un inquilino deja de vivir en un inmueble, muchas veces deja su estilo de vida en él. La forma en la utilizó las diferentes estancias, o los lugares de la casa que más usó. E incluso a veces, tras muchos años teniendo un mismo inquilino, es posible que este haya hecho cambios que afectan a la estética de las estancias, como en este caso, pintar las paredes de colores llamativos, o muy personales.

Para preparar esta vivienda para la venta necesitábamos eliminar ese rastro del antiguo inquilino y hacer que un mayor número de personas sintiese esta vivienda como su futura casa, por lo que, tras arreglar problemas eléctricos, le dimos la importancia que tenía al color de las paredes y adecuamos las estancias con todo el mobiliario y decoración necesarios para que a esta vivienda no le faltara de nada.